Siendo PAS he logrado la transformación y el equilibrio que tú buscas
Siendo PAS he logrado la transformación y el equilibrio que tú buscas
Siendo bebé ya decían que era “muy buena”, no lloraba, no reclamaba, siempre deseando agradar. Ya se percibía mi rasgo de personalidad.
Desde niña he tenido dificultades para gestionar mis emociones, la empatía con la que sentía me desbordaba, no sabía decir que no, era incapaz de marcar límites… mi felicidad dependía de cómo estaba mi entorno conmigo.
Y esto unido a que tenía la capacidad de conectar con otros planos de consciencia, acentuaba el sentirme diferente, la rara, la fantasiosa, …
Con la edad de 14 años empecé a hacer turismo en terapías, psicología y psiquiatría. Nada me regulaba emocionalmente. Y es por este motivo que llegué a repudiar mi forma de sentir y deseé dejar de vivir para dejar de sentir, para no sufrir.
Estaba enfocada en vivir afuera, en la aprobación de los demás, en agradar. Y fue así cuando queriendo ser una más y encajar en la sociedad me perdí sintiéndome menos que los demás y queriendo ser normal.
El Universo tenía un regalo para mí, y fue así cuando dando a luz de mi hija Martina tuve una ECM, experiencia cercana a la muerte, provocándome un shock postraumático del que no fue fácil salir.
Desde ese momento comencé una incesante búsqueda. Lo que nunca imaginé es que esa búsqueda me llevaría a mirar hacia adentro, a encontrarme, a equilibrar mi SER y descubrir que no soy débil, soy una persona altamente sensible (PAS).
Con mi propia experiencia, la formación realizada y las herramientas aprendidas, he conseguido regular mis emociones y he creado un manual de instrucciones del SER (especialmente indicado para PAS), mediante el cual las PAS transforman su vida.
¿Quieres aprender a conocer tu alta sensibilidad y gestionar tus emociones?
Noelia, de paciente a alumna, de alumna a amiga, de amiga a admiradora, así es nuestra historia.
“La conocí como paciente en mi consulta y fue todo un reto para mi, un ser enorme en un mundo muy pequeño.
Valiente y decidida como pocos he visto, comenzamos un viaje al infinito, abrió la caja de pandora y uno a uno fue revisando y auditando cada recuerdo del pasado que pasó y del futuro que imaginó.
Ya no le hacía falta como terapeuta, se convirtió en su propia terapeuta.
Entonces comenzó como alumna de mis cursos de Medicina Tradicional China. Hambrienta de conocimiento, incansable buscadora, tuve que afrontar otro reto con ella, alimentarla con calidad, no merecía menos. Le doy las gracias por ello porque en cierto modo yo me superé por ella.
Al mismo tiempo fuimos forjando una amistad, una amistad de las que está todo dicho y de las que está todo correcto, con respeto, comprensión y apoyo. No estamos siempre pero siempre estamos.
Y de amiga he pasado a ser su admiradora. Admiro su ambición de no cansarse nunca de recibir los regalos del destino. Cuanto más pide más le dan. Cuanto más expande su esencia más le devuelve el Universo.
Tiene autopista directa con el cosmos.
Yo solo tuve que encender la mecha, ella creó otro mundo.”
Maite Sánchez,
Medicina Tradicional China